ecosistema
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Biodiversidad
El olivar tradicional es una reserva muy importante de biodiversidad de flora y fauna, lo que demuestra que este tipo de agricultura produce la regeneración y recuperación de especies silvestres que crean un auténtico ecosistema de vida salvaje.
Este modelo de olivicultura permite la conservación de la naturaleza en zonas y espacios de la cuenca mediterránea, aportando valor añadido a las poblaciones que lo habitan.
Economía glocal
El olivar representa una fuente importante de riqueza económica a nivel local e internacional, para las personas que se dedican a la olivicultura y a la oleicultura, generando ingresos para estas poblaciones que trabajan en su entorno, consiguiendo la fijación de las personas al territorio.
Su rico ecosistema permite crear diferentes modelos de negocio, basados en la explotación sostenible de sus recursos y de las diferentes materias primas que se pueden extraer de él.
Repoblación
Gracias a un olivar sostenible, eficiente y rentable, se puede llegar a producir un fenómeno de repoblación humana en muchas zonas rurales de la cuenca mediterránea, que haga posible la fijación de la población a sus territorios, evitando la migración, con explotaciones que diversifiquen sus recursos para que puedan obtener unos ingresos justos y dignos.
Empleo
La creación de empleo es un factor muy importante como generador de riqueza y estabilidad en muchos países del Mediterráneo y del mundo, vinculados al olivar y a la producción de aceite.
El sector de la olivicultura crea una serie de puestos de trabajo directos e indirectos, a través de un ecosistema de empresas que desarrollan productos y servicios como aceitunas de mesa, aceite, cosmética, oleoturismo, ferias, subproductos, maquinaria agrícola e industrial, logística, consultoría, formación, certificación, diseño, envase y embalaje, exportación, comercialización, medios de comunicación, etc.